Al salir de fiesta no solo debemos ir preparadas, sino dispuestas a enfrentarnos a un montón de obstáculos que se nos cruzarán en el camino, porque para nosotras las mujeres todo comienza desde que sabemos que tenemos salida en la noche, hay muchas cosas que hacer, elegir qué zapatos usar, cómo peinarnos, saber las colas que habrá en todos los baños para damas, el desubicado que te persigue por todos lados, estos y más problemas que sólo nosotras entendemos.
1. Zapatos. Los favoritos y cómodos VS. Los carísimos y nuevos. Definitivamente no hay nada como estrenar tus nuevas adquisiciones, pero nunca sabes sobre qué o quién vas a pisar, ni si se te van a ensuciar. Elegir unos u otros zapatos es un tema que debe deliberarse.
2. Medias. Medias o no medias, esa es la cuestión. Normalmente sería un NO, pero cuando te las quieres poner porque no te has depilado o porque afuera parece el Polo Norte, bueno nunca falta que aparezca ese horrible agujero o se corra con nuestra poca experiencia al ponernos las medias.
3. Abrigo. Cuando son las 6 de la mañana, no hay taxis por la zona y tú sigues vestida con tul little black dress, matarías por tener el abrigo más grande del mundo para cubrirte.
4. ¿Guardaropas?, que tan conveniente puede ser dejar tus cosas ahí o prefieres traer todo la noche contigo tus cosas
5. Escote peligroso. Cuidado con los escotes, porque eso de pasarte la noche acomodando la blusa para que no se salga una chica, puede ser contraproducente.
6. Cena afterparty. Cenaste una ensalada antes de salir y después de la fiesta necesitas de forma urgente pasar a comer una rebanada de pizza o tal vez una hamburguesa.
7. Huída. Intentar escapar del cuarentón de la despedida de soltero que no te deja en paz no es tarea fácil: persecuciones por el boliche, sobornos con bebidas y toqueteos en la pista de baile han de ser inteligentemente esquivados. Definitivamente lograr escapar de esto, es para que te den un premio.
8. Desastre en maquillaje. El genial cat eye que copiaste paso a paso de un tutorial de Primera Fila es una mancha negra en el ojo al final de la noche. Puedes verlo de forma positiva, luciste como una modelo durante los primeros 15 minutos, ¿no?
9. Amigas traicioneras. Que te dejen con el amigo feo no es de amigas, y menos cuando tu amiga practica respiración boca a boca con el amigo que, a comparación del tuyo, es Brad Pitt, eso es traición.
10. El problema del bolso. Tu bolso se enreda, te estorba y no te deja bailar a gusto. Además de estar hecho para enanitos –pues es tan diminuto que no caben ni unas bailarinas para después- es de lo más molesto. Y, encima, no te puedes librar de él y dejarlo un momento en el suelo, porque en menos de dos segundos desaparecerá para siempre.
11. Raritos que te invitan tragos. Cuando decimos no, generalmente queremos decir que no, y eso los incluye a ustedes también.
12. Volver a escabullirse. Y si después de muchas negativas, el tipo más raro del lugar termina invitándote un trago entonces solo queda averiguar una forma sutil de librarte de él… ¡Buena suerte!
13. Amistades espontáneas. Nunca falta que mientras esperas para entrar al baño, la pelirroja del vestido amarillo se te acerca sigilosamente y ha acabado contándote la historia de su vida. Ella, un poco tocada, cree que ahora son las mejores amigas.
14. Demasiada confianza. Y cuando por fin te llega el turno, la pelirroja ya se cree que son íntimas y se toma la libertad de pasar junto contigo, como si fueran amigas de toda la vida. No solo va ella primero sino que, cuando acaba, le entran unas ganas irrefrenables de vomitar y vuelve a entrar. Así que no te queda más remedio que salir corriendo de ahí y esperar otra cola infinita.
15. Baño de chicos. ¿Por qué siempre están vacíos?
16. Malabarismo circense. Es un show de malabarismos cada ida al baño, porque juegas con el abrigo, el vestido, el bolso y el celular, mientras tratas de quedarte de cuclillas todo el rato para no tocar el inodoro lleno de gérmenes.
17. ¿Cuánto tiempo estuve ahí? Justo cuando sales del baño y crees haber dejado todo atrás, resulta que la fiesta se ha acabado y solo queda ver las luces encendidas y como todos se van.
18. Felicidad eterna. Probablemente el mejor momento de toda la noche: placentero y hasta orgásmico. El momento en que llegaste a tu casa, te sacaste los zapatos y por fin estás en tu cama lista para dormir durante 24 horas seguidas.