En un estudio sobre salud y bienestar en el que fueron consultados nueve mil estudiantes de unos 50 colegios de Norfolk (al este de Inglaterra). Con preguntas sobre su dieta y vida personal, como si hay violencia en casa o si se sienten seguros en la escuela.
Los jóvenes, con edades comprendidas entre 11 y 16 años, que siguen una dieta saludable compuestas con frutas y verduras, tienen una mejor salud mental, según estudios publicados por la revista “BMJ Nutrition Prevention & Health”.
La investigación fue liderada por expertos de la University of East Anglia, el análisis corroboró que con un desayuno más una comida nutritiva, están relacionadas con un mayor bienestar emocional en alumnos de todas las edades.
Según la investigación solo uno de cada cuatro alumnos de secundaria (de 11 a 16 años en Reino Unido) y 28,5% de estudiantes de primaria (de 5 a 11 años) afirmó que comen cinco porciones de frutas y verduras al día, en comparación a 10% y 9% respectivamente que manifestaron no comer ninguna.
Uno de cada cinco alumnos de secundaria y uno de cada ocho de primaria no desayunaba nada o simplemente tomaba una bebida no energética. En comparación de alrededor de un 12% de niños de secundaria que expresaron que no almorzaban.
Los estudiantes, que manifestaron tener mayor ingesta de frutas combinada con verduras, mostraron niveles elevados de salud mental. Los niños que se alimentaban con las cinco porciones obtenían una puntuación 3,73 unidades más alta en bienestar emocional.
Aquellos que no comían nada para almorzar tenían un puntaje de 2,95 menos en salud mental. Mientras que los que consumían el menú del colegio mostraban 1,27 menos unidades de bienestar emocional que los que llevaban alimentos hechos en casa.
Expertos advierten que, como se trata de un estudio observacional, no se puede establecer una relación causal en el consumo de verduras, frutas y la salud mental porque además el estudio se basa en las evaluaciones subjetivas de los propios niños.
Finalmente “la nutrición representa una meta importante en la salud pública a la hora de crear estrategias en torno al bienestar emocional infantil”, destacó Ailsa Welch, de la University of East Anglia, quien elaboró el informe.