Una dieta saludable incluye una variedad de frutas y verduras de muchos colores, granos enteros y almidones, grasas buenas y proteínas magras. Comer sano también significa evitar alimentos con altas cantidades de sal y azúcar agregadas.
En este artículo, analizamos los principales beneficios de comer sano:
Hay muchos beneficios de comer sano. Perder peso puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Si una persona tiene sobrepeso u obesidad, tiene un mayor riesgo de desarrollar varias afecciones, que incluyen:
• Enfermedad del corazón
• Diabetes mellitus no insulinodependiente
• Baja densidad ósea
• Algunos cánceres
Las verduras y frutas enteras son más bajas en calorías que la mayoría de los alimentos procesados. Una persona que busca perder peso debe reducir su consumo de calorías a no más de lo que necesita cada día. Determinar las necesidades calóricas de un individuo es fácil utilizando las pautas dietéticas.
Mantener una dieta saludable libre de alimentos procesados puede ayudar a una persona a mantenerse dentro de su límite diario sin tener que contar calorías.
La fibra es un elemento de una dieta saludable que es particularmente importante para controlar el peso. Los alimentos a base de plantas contienen mucha fibra dietética, lo que ayuda a regular el hambre al hacer que las personas se sientan más satisfechas durante más tiempo.
Una dieta poco saludable puede conducir a la obesidad, lo que puede aumentar el riesgo de una persona de desarrollar cáncer. Pesar dentro de un rango saludable puede reducir este riesgo. Además, en 2014, la Sociedad Estadounidense de Oncología Clínica informó que la obesidad contribuyó a una peor perspectiva para las personas con cáncer.
Sin embargo, las dietas ricas en frutas y verduras pueden ayudar a proteger contra el cáncer.
En un estudio separado de 2014, los investigadores encontraron que una dieta rica en frutas reduce el riesgo de cáncer del tracto gastrointestinal superior. También encontraron que una dieta rica en verduras, frutas y fibra redujo el riesgo de cáncer colorrectal y que una dieta rica en fibra redujo el riesgo de cáncer de hígado.
Muchos fitoquímicos que se encuentran en frutas, verduras, nueces y legumbres actúan como antioxidantes, que protegen a las células del daño que puede causar cáncer. Algunos de estos antioxidantes incluyen betacaroteno, licopeno y vitaminas A, C y E.