Tenemos tres niveles de protección contra parásitos, bacterias, mohos, levaduras, hongos y virus. Primero tenemos defensas físicas naturales. Estos incluyen la piel y las membranas mucosas en los pulmones y el tracto digestivo. Las lágrimas, el ácido clorhídrico en el estómago y las bacterias amigables residentes en el intestino también juegan un papel en la protección de nuestros sistemas de sustancias extrañas que podrían dañar el cuerpo. Hablemos sobre el aumento de las defensas en tiempos de Coronavirus.
Luego tenemos lo que se llama el sistema inmune innato. Cuando se corta la piel, un grupo de glóbulos blancos llamados macrófagos se apresura al sitio para engullir y destruir cualquier bacteria dañina que pueda ingresar al corte, causando inflamación e hinchazón en el proceso.
El tercero es el sistema inmunitario adaptativo. Si el sistema innato está abrumado o es ineficaz para repeler a un invasor, entra en juego la tercera línea de defensa. Este es un sistema altamente sofisticado, que nos protege contra ataques más complejos por, por ejemplo, virus.
Lo que comemos puede apoyar el aumento de las defensas y mejorar el sistema inmunológico además de ayudar a garantizar que funcione correctamente, especialmente cuando estamos estresados o tenemos un horario de trabajo o entrenamiento severo.
Tomar las decisiones alimenticias correctas, hacer suficiente ejercicio y controlar nuestro estrés puede ayudar positivamente a fortalecer nuestras defensas naturales.
El sistema inmune necesita más de 20 micronutrientes diferentes para funcionar correctamente. Normalmente, obtenemos suficientes nutrientes de los alimentos en lugar de los suplementos de dosis altas, que a veces hacen más daño que bien.
Vitamina D
Las células inmunes, incluidos los monocitos y los macrófagos, contienen receptores de vitamina D. Estas células se activan para combatir infecciones cuando es necesario. La vitamina D tiene un papel en la regulación de la respuesta inmune que ayuda a suprimir las células proinflamatorias. Protege los pulmones y el sistema respiratorio de las infecciones al aumentar la secreción de células inmunes antimicrobianas, como los neutrófilos y las células asesinas naturales.
Selenio
El oligoelemento selenio es crucial para que el sistema inmune funcione normalmente. Una deficiencia resulta en una respuesta inmune debilitada y una capacidad disminuida para combatir infecciones virales.
Probióticos
El intestino está compuesto por tres tipos de defensa que funcionan juntas: bacterias buenas, la pared intestinal y el sistema inmunitario. Para expresar sus beneficios, los probióticos en los alimentos deben llegar al intestino en cantidades suficientes y así resistir los efectos de los ácidos estomacales.