Esta es una decisión súper personal que no hay un libro de reglas para ello, pero hay algunas herramientas que pueden ser valiosas para la mayoría de las personas que comienzan el año quiero sacar el alcohol de sus vidas.
Elimina todo el alcohol de tu espacio vital y trabajo
Encuentra un socio responsable, como un amigo que también esté asumiendo este mismo hábito o incluso algunas personas en redes sociales que estén en el mismo proceso.
Pega un calendario en tu pared
Todos los días que has tenido éxito en no tomar nada de alcohol, marca una casilla o dibuja un símbolo, luego escribe un comportamiento positivo para ese día, como realizar un entrenamiento intenso o terminar un nuevo libro, para obtener una representación visual de tu éxito.
Tómate un tiempo para la autorreflexión
Tome un diario y comienza a evaluar tu relación actual con el alcohol: ¿Cuándo fue la primera vez que te diste cuenta del alcohol? ¿Cuándo fue la primera vez que bebiste? ¿Cómo te beneficia el alcohol y cómo te perjudica? ¿Cómo llegaste a este lugar libre de alcohol en tu vida? Cuando anhelas una bebida en cualquier momento durante tu proceso de dejar el alcohol, mira las respuestas que has escrito y reflexiona sobre ello. Esta práctica te ayudará a recordar por qué te pudiste sobrio en primer lugar, y lo que esperas lograr al hacerlo.
Planifica tu regreso
Antes de ir a los clubes y pedirle al cantinero un vaso de su mejor bebida, debes idear un guión que te repitas cuando aquellos en tu círculo social intenten pedirte una bebida. Algo tan simple como «Hey, en realidad no estoy bebiendo en este momento, estoy creando nuevos hábitos en mi vida, pero gracias por la oferta» hará el truco. Aún así, algunas personas se sienten intimidadas por su falta de participación en la cultura del consumo de alcohol, pero tú no debes decaer. Si pides el apoyo de alguien y continúan presionándote para que bebas, interrumpe la conversación y vete.