27 años después de entrar en servicio como un componente del paquete en Windows 95, Microsoft dejó de dar soporte a “Internet Explorer” este pasado miércoles 15 de junio.
La compañía no funcionará a la última versión disponible del navegador, Internet Explorer 11, para ofrecer en exclusiva Microsoft Edge, su navegador actual.
El anunció del fin fue por parte de los servicios de su ecosistema en línea Microsoft 365, en mayo del año pasado, cuando indicó que la aplicación de escritorio del navegador dejaría de ser compatible para ciertas versiones de Windows 10.
Aunque ha pasado más de un año, muchos usuarios y empresas aún no han hecho la transición a Microsoft Edge.
Según un informe reciente, casi la mitad (47%) de los dispositivos con Windows 10 aún utilizan Internet Explorer como navegador predeterminado. Y en 2021, según Statista, más de 69 millones de usuarios utilizaban el viejo navegador de Microsoft.
Un ejemplo paradigmático es el del Congreso de los Diputados del Gobierno de España, que aún funciona con una versión desfasada de la plataforma Windows, lo que supone que algunos trámites digitales del Congreso solo funcionan con Internet Explorer.
El gerente general de Microsoft Edge Enterprise, Sean Lyndersay, dijo entonces que «el futuro del Internet Explorer en Windows 10 está en Microsoft Edge».
«Con Microsoft Edge, brindamos un camino hacia el futuro de la web sin dejar de respetar el pasado de la web. El cambio era necesario, pero no queríamos dejar atrás aplicaciones y sitios fiables y que aún funcionaran», señaló entonces.
Según Lyndersay, «Microsoft Edge no solo ofrece una experiencia más rápida, segura y moderna que la búsqueda en Internet Explorer, sino que es también capaz de encarar una preocupación clave: la compatibilidad con sitios y aplicaciones más viejas».
«Microsoft Edge tiene el modo Internet Explorer («modo IE») integrado, por lo que puede acceder a esos sitios web y aplicaciones antiguos basados en Internet Explorer directamente desde Microsoft Edge», puntualizó la empresa Microsoft.