Con el fin de promover los beneficios del consumo de la leche de vaca y sus derivados, en el año 2001, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) decretó que cada primero de junio se celebra el Día Mundial de la Leche.
De acuerdo con el doctor César Louis, médico y profesor en el área de gastroenterología, recomienda el consumo de la leche a personas de todas las edades, debido a que es un alimento básico y equilibrado por su elevado contenido de nutrientes en relación a su contenido calórico.
“Es una importante fuente de energía: una ración media de 200 mililitros aporta 130 kcal; 6,2 gramos de proteínas y 7,6 gramos de grasas”.
En cuanto a los beneficios, el especialista recuerda que consumir leche entera “promueve el crecimiento y desarrollo, fortalece el sistema óseo y dental, y ayuda a combatir la obesidad”.
Agregó que, si se trata de leche baja en grasas, ayuda en el control del síndrome metabólico; disminuye las enfermedades cardio y cerebrovasculares, además de la Diabetes mellitus tipo 2.
El especialista recomienda un consumo entre 2 y 4 raciones diarias (de 250 ml cada una), a partir de los 2 años de edad: “Para niños de corta edad y adultos, lo recomendado es de 2 a 3 raciones diarias; en adolescentes serían de 3 a 4 raciones diarias.
Louis advierte la importancia de consumir leche sometida a procesos industrializados: “La leche cruda puede contener peligrosas bacterias tales como la Salmonella, Eschericcia, Campylobacter, Estafilococo, Yersinia, Brucella, Coxiella y la Listeria y causar enfermedades, por lo cual es necesario un tratamiento para erradicarlas, como la pasteurización, UHT o la esterilización”.
Conscientes de la importancia del consumo de la leche y de los procesos adecuados para su producción.
“Tanto la leche entera como la descremada se deben elaborar y procesar con altos controles de calidad. Pasar por un proceso exhaustivo de producción que comienza con un tratamiento térmico ultra alto de esterilización y posterior enfriamiento rápido, lo que permite la eliminación de los microorganismos presentes en la leche cruda, garantizando la inocuidad del producto”, explicó el especialista.
El gastroenterólogo destacó que hay una parte de la población que debe consumir alternativas por presentar deficiencia de la enzima lactasa -congénita o adquirida-, cuya función es convertir el azúcar de la leche (lactosa) en dos azúcares llamadas galactosa y glucosa.
“En el caso de que haya déficit y/o ausencia de lactasa, el azúcar de la leche no será absorbida y causará mala digestión y mala absorción, desencadenando síntomas en el aparato digestivo. En estos casos es beneficioso consumir leches o derivados lácteos sin lactosa”, concluyó el experto.