Desde 1854, Louis Vuitton ha traído diseños únicos al mundo, combinando innovación con estilo, siempre apuntando a la mejor calidad.
Hoy día, la Casa se mantiene fiel al espíritu de su fundador, Louis Vuitton, quien inventó el “arte de viajar” a través de maletas, bolsos y accesorios creativos, elegantes y prácticos.
Hace dos siglos nació el diseñador Louis Vuitton (4 de agosto de 1821), en Anchay, Francia. El empresario fundó la compañía de bolsos, baúles y otros artículos (principalmente de cuero) que lleva su nombre, que se transformó en una de las más prestigiosas del mercado mundial en la actualidad.
Hijo de un campesino Xavier Vuitton y la sombrerera Coronne Vuitton, el joven decidió abandonar su pueblo natal para irse a París caminando, cuando tenía 16 años.
En la capital gala, se convirtió en aprendiz de Monsieur Maréchal, quien era el encargado de fabricar el equipaje para los huéspedes del Hotel Le Meurice.
En el año 1854 Vuitton se independizó y se separó de Maréchal. Desde entonces, sentó las bases de su imperio y se vio favorecido por los avances en París, tanto sociales como urbanos.
Abrió la tienda Louis Viutton que lo inmortalizaría décadas después, ubicada en la calle Neuve-des-Capucines, que sería la primera de 440 que existen en 60 países.
En 1859 inauguró el taller Atelier, donde se dedicó a fabricar a mano los bolsos y maletas que el mismo diseñó. Este lugar se consideró la casa familiar de París, donde se desarrollan los productos Vuitton.
Los diseños únicos de su trabajo, más su alto nivel de calidad, convirtieron la marroquinería Vuitton en una de las más lujosas y demandadas. Eso llevó a la apertura en una tienda en Londres, Inglaterra, para el año 1885.
12 meses después mejoró la seguridad de sus baúles con la cerradura Tumbler (elaborada junto a su primer hijo, George Vuitton), hecho que captó la atención de más público.
En 1867 fue reconocido con la medalla de bronce de la exposición Universal de París por sus creaciones.
Su fama lo dirigió a clientes de gran relevancia, incluyendo la emperatriz Eugenia de Montijo-esposa de Napoleón III-. Ella potenció la comercialización de la marca Louis Vuitton. El artesano se encargó de diseñar sus maletas reales y empacar sus vestidos lujosos.
Vuitton se casó con Clemence-Emilie Parriaux- con quien tuvo tres hijos: George, Blanche y Emilie Vuitton. Falleció el 5 de febrero de 1892 en Asniéres-sur-Seine, Francia, a los 70 años, debido a una insuficiencia renal. Desde ese momento, su único hijo varón se hizo cargo del negocio familiar.
Con George Vuitton gerenciando, la empresa adoptó y empleó varios cambios que la encaminaron hacia lo que es actualmente. Tomó la iniciativa de estampar todos los productos con las iniciales de su padre para rendirle tributo y evitar la falsificación.
También patentó la cerradura que desarrolló con su padre años atrás, Tumbler, y la perfeccionó en un período de varios años.
George Vuitton estuvo casado con Josephine Patrelle hasta que falleció. Tuvieron cinco hijos: Marie, Gaston, Los gemelos Jean y Pierre, y el menor llamado Marcel Vuitton.
Cuando murió George ( el 26 de Octubre de 1936 en Asniéres-sur-Seine- Francia a los 79 años de edad), el negocio de la marroquinería volvió a ser heredado por el hijo mayor (masculino), en este caso Gaston Louis Vuitton.
Respetó la iniciativa de su padre del monograma LV, pero comenzó a elaborarlo con algodón y lino como base. A diferencia de su padre y abuelo, el nuevo dueño de Louis Vuitton también era afín a la fotografía, jardinería y el arte en general.
Es por ello que la compañía pasó a fabricar productos de orfebrería y artículos de viajes, además de bolsos y los baúles tradicionales. Eso le dio el toque a la marca para que sus productos terminaran siendo verdaderas obras de arte.
“El coleccionista de objetos”, como lo conocían en la época, murió en 1970 a los 87 años de edad. Con él terminó el liderazgo familiar de la institución.
En 1987, Louis Vuitton se fusionó con la empresa Moët Hennessy y se dio inicio al gigante moderno LVMH (por las siglas de cada una, unidas).
A su herencia, Louis Vuitton ha abierto sus puertas a arquitectos, artistas y diseñadores a lo largo de los años, al tiempo que desarrolla disciplinas como prêt-à-porter, zapatos, accesorios, relojes, joyería y fragancias.