Las primeras semanas de vida de un cachorro son complejas y delicadas. Las crías deben estar abrigadas y recibir el cuidado y una buena alimentación por parte de su madre.
En esta fase, las pequeñas mascotas están expuestas a enfermedades, dolencias o lesiones. Y, aunque normalmente hacen un buen trabajo cuidando de sus cachorros, en ocasiones es necesario echarle una mano con las crías más débiles o desatendidas de la manada.
Si la madre en particular rechaza a un cachorro. Deberías especialmente preocuparte. Debes tener en cuenta que, si éste no se acurruca junto a los otros miembros de la camada, no obtendrá el alimento ni el calor que necesita para crecer de forma saludable.
Un cachorro recién nacido podría debilitarse en cuestión de horas. Algunas de las señales que no deberías pasar por alto son las siguientes:
1-. Si tiene el hocico frío.
2-. No puede mamar.
3-. Llora sin parar.
4-.Cojea o tiene un tono muscular pobre.
5-.Deficiencia al respirar.
6-.presenta heces en la parte trasera.
Si has observado y llegado a la conclusión de que un crío necesita más atención, lo primero que debes hacer es asegurarte de que esté abrigado. Un animal con frío no puede mamar.
Por lo tanto, podría deshidratarse y volverse hipoglucémico. Esto podría poner su vida en peligro, por lo que debes tener mucho cuidado.
Calienta al cachorro con una bolsa de agua (siempre tibia) cubierta en la parte inferior con una toalla. De esta forma, el cachorro sentirá calor y comenzará a comer con más frecuencia.
Otra alternativa es colocarlo sobre tu pecho hasta que se caliente. Eso sí, probablemente debas envolver su parte trasera para que no se orine. Además, las garras del cachorro podrían lastimarte.
Si ya abrigaste al cachorro, ha llegado el momento de amamantarlo. Para los cachorros es esencial la primera leche de su madre (calostro) para desarrollar su sistema inmune. Por ello, quizás necesites darle al cachorro algo más de tiempo con su madre.
Deja a los demás cachorros en la misma habitación que su madre, pero mantener alejados de su cuerpo mientras el más débil se amamanta.
Si el cachorro quiere succionar, quizás debas alimentarlo con leche maternizada si la madre no quiere amamantarlo o simplemente no puede hacerlo.
Adquiere leche maternizada para cachorros en tu veterinario de confianza o en la tienda de mascotas de tu preferencia. Se puede alimentar con un biberón o una jeringa.
Mezcla la leche maternizada según las indicaciones y asegúrate de que esté tibia pero no demasiado caliente, tal y como la prepararías para un bebe.