El legendario lobo japonés sería el pariente más cercano a los antepasados de los perros y podría ser la clave para comprender los orígenes del mejor amigo del hombre, según una nueva investigación publicada en Japón.
Hasta ahora, los estudios indicaron que es probable que tanto los perros como los lobos euroásiaticos se hayan separado de un antepasado lobo común, un proceso que tuvo lugar hace 20.000 a 40.000 mil años.
Pero ha habido mucho debate sobre cuándo y dónde sucedió, en parte porque se cree que la población original de lobos grises ha desaparecido. También hay varias discusiones sobre el lugar y el momento en que el animal fue domesticado por primera vez.
“Nuestra investigación nos permite plantear la hipótesis de que los linajes de perros divergieron de los lobos en el este de Asia”, lo explicó Yohey Terai, biólogo evolutivo de la Graduate University for Advanced Studies que dirigió la investigación al Japan Times.
Según el estudio, la población extinta de lobos grises de la que se sospecha que los perros fueron domesticados está estrechamente relacionada con el antepasado del lobo japonés (Canis lupus Hodophilax) y es probable que haya habitado el este de Asia. La investigación realizada recientemente, aún no fue corroborada por otros entes.
Terai, sin embargo, advirtió que esto no significa necesariamente que los perros fueran domesticados en el este de Asia. “Podrían haberse dispersado en otro lugar antes de tener una relación con los humanos; eso es algo que no podemos saber a partir de los datos del genoma y algo que requerirá evidencia arqueológica”.
Terai y su equipo extrajeron secuenciaron los genomas completos de nuevos lobos japoneses del siglo XIX al XX, también de 11 perros nipones, incluido el Shiba y el Akita.
Luego compararon sus secuencias con una amplia gama de cánidos de todo el mundo, incluido perros modernos, dingos, coyotes y una variedad de lobos.
Se descubrió que el lobo japonés una subespecie única de lobo gris y genéticamente distinta de los de esa especie tanto antiguos como modernos.
Pero cuando Terai y sus colegas construyeron árboles evolutivos, descubrieron que el lobo japonés era de hecho el más cercano a los perros entre los lobos y que esencialmente tenían una “relación de grupo de hermano” o eran los parientes más cercanos entre ellos.
La afinidad genética fue especialmente evidente entre los perros orientales, incluidos caninos como el Dingo y el perro cantor de Nueva Guinea, así como las razas japonesas modernas. En contraste, los perros de linaje de Eurasia Occidental, en particular los perros de África, mostraron poca afinidad con los lobos japoneses.
Además, los genomas muestran que el antepasado del lobo japonés se cruzó con el antepasado de los perros orientales hace al menos 10.000 mil años después de que los linajes de perros de Eurasia Occidental y oriental se separaron, y que la ascendencia del lobo japonés ha sido heredada por muchos perros modernos, incluso occidentales, a través de mezclas históricas con sus contrapartes orientales.
El estudio arrojó como resultado que hasta el 5,5% de los genomas caninos modernos en Eurasia Oriental se derivan de la ascendencia del lobo japonés.
Eso significa que los perros pueden haber divergido de su ancestro lobo en el este de Asia, Terai quiere ahora analizar muestras de huesos antiguos de la región.
“Algunos pueden estar más cerca del lobo japonés, otros de los perros. Y si se descubren en sitios arqueológicos, podrían indicar que fueron conservados por humanos. Eso podría ofrecernos pistas sobre los orígenes de los perros y su domesticación”.