El redescubrimiento de la especie perdida conocida como “herradura de Hill”, tuvo lugar en la selva húmeda del Parque Nacional Nyungwe, en Ruanda. De acuerdo con la agencia de noticias EFE.
La organización Bat Conservation International, dedica a proteger a los murciélagos, anunció que un equipo de científicos de varios países redescubrió en Ruanda la especie Rhinolophus hilli, que se creía extinta por la ausencia de avistamientos durante 40 años.
El instituto con sede en Austin (Texas) pudo además grabar por primera vez para el oído humano las llamadas de localización que emite, mientras caza insectos, esta especie de murciélago.
El anuncio del redescubrimiento no fue inmediato
El redescubrimiento de la especie se realizó durante una expedición realizada en 2019.
Sin embargo, BCI lo dio a conocer ahora a través de Global Biodiversity Information Facility (GBIF), después de comprobar científicamente que efectivamente los dos ejemplares capturados y luego devueltos a la naturaleza eran Rhinolophus hilli.
Murciélago inusual
“Supimos de inmediato que el murciélago que habíamos capturado era inusual y notable. Los rasgos faciales estaban exagerados hasta el punto de lo cómico.
Los murciélagos de herradura se distinguen fácilmente de otros de su especie por su forma de herradura característica y las aletas de piel especializadas en sus narices”, puntualizó Winifried Fried, directora de investigación de BCI.
Por su parte, Jon Flanders, a cargo en BCI de intervenciones de especies en peligro de extinción, dijo que ahora comienza el “verdadero trabajo” de este equipo de científicos que llevan desde el 2013 estudiando la especie redescubierta: “cómo protegerla en el futuro”.
Los investigadores de la expedición tomaron datos e hicieron mediciones cuidadosas de los murciélagos de herradura de hill antes de devolverlos a la naturaleza.
Luego Flanders indagó en los antecedentes de los archivos de museos en Europa para comparar toda esa información con la de los únicos especímenes conocidos.
Ecolocalizaciones
“Conocer las llamadas de ecolocalización para esta especie es un cambio de juego”, señala Paul Webala, profesor titular de la Universidad de Maasai Mara y uno de los principales miembros del equipo de investigación.
Desde que el par de especie fue atrapada, los guardaparques de Nyungwe han colocado detectores para escuchar a los murciélagos durante sus vuelos nocturnos y los grabaron durante nueve meses, lo que se resume como resultado un cuarto de millón de archivos de sonidos.