¿Cómo proteger a tu mascota de las enfermedades ?

Son parte de nuestra familia: las mascotas ocupan un lugar fundamental, y tenerlas nos aporta un montón de beneficios para la salud. Por eso, hoy te queremos dar una pequeña guía para proteger a tu mascota de enfermedades y así poder disfrutar de ella y de todo su amor.

Aprende a detectar enfermedades: A menudo, puedes pensar que tu mascota no se siente bien y una rápida visita al veterinario te ayudará a confirmar que algo no marcha correctamente. Algunos síntomas son: pérdida de apetito, rechazo del agua, disminución o aumento súbito de peso, lentitud o rechazo a jugar, micciones frecuentes o escasas, heces con sangre o blandas, vómitos, salivación excesiva o respiración irregular.

El golpe de calor. El golpe de calor es un síntoma neurológico relacionado con un aumento brusco de la temperatura corporal, y cuyas consecuencias pueden ser dramáticas. Es más frecuente en los perros, particularmente cuando su dueño decide, por ejemplo, llevar al animal con él para hacer jogging durante dos horas a pleno sol, o peor aún, cuando se deja al perro solo dentro del coche.

Las picaduras de insectos. Se trata de una afección muy frecuente en verano y que a veces pasa desapercibida. Normalmente, se observa que el perro o el gato juega con una avispa, y luego lo escuchas de repente ladrar y correr como un loco e ir a esconderse. La picadura de avispa es dolorosa de momento, y puede ir acompañada de una reacción local (hinchazón, tumefacción de la zona afectada: pata, morro…) y después una reacción generalizada (apatía brutal, vómitos…).

Los síntomas pueden a veces ser impresionantes. Normalmente, se van espontáneamente y de forma rápida, pero en otros casos lo más prudente es llevarlo a una consulta de urgencias del veterinario. El primer gesto que se debe tener es comprobar la presencia de un aguijón (y retirarlo en el peor de los casos) y aplicar frío en la zona dolorida.

Horario para sus necesidades: Establece una rutina regular de alimentación; si se trata de un perro, sácalo de paseo con frecuencia para que haga sus necesidades, especialmente cuando se despierte. Si le ves caminar en círculos o gimiendo cerca de la puerta, son signos seguros de que necesita salir al exterior rápidamente. En el caso de los gatos, recuerda que ellos defecan en la arena, la cual debes cambiar cada 5 días.

 Cuida su higiene: El cepillado regular es esencial para los perros jóvenes, debido a que elimina el pelo muerto, la suciedad y los parásitos; además, estimula el aporte de sangre hacia la piel, lo que genera un pelaje de aspecto más sano y brillante. Utiliza un equipo especial para esta acción.

En cuanto al baño, hazlo sólo cuando lo necesite, porque demasiados lavados pueden eliminar los aceites esenciales de la piel, haciéndola más mate y menos impermeable al agua. Para realizarlo, utiliza una bañera o la regadera, agua templada y un champú de calidad. Frótalo, procurando que no le entre agua en los ojos y orejas. Sécalo vigorosamente con una toalla y asegúrate de que tu mascota esté completamente seca.

Supervisa su dentición y masticación: Para ayudar a que salgan todos los dientes y deje de morder los muebles, tu cachorro necesitará algún objeto indestructible como puede ser un hueso de goma o una pelota para masticar. Asegúrate de que estos productos tienen el tamaño adecuado para que no los pueda tragar. Evita los huesos de verdad, ya que pueden astillarse y asfixiarle. Para controlar el sarro y la placa dental, es aconsejable nutrirlo con un alimento seco, ya que le ayudará a aflojar los dientes de leche y acelerar así el proceso de dentición.

Una correcta atención sanitaria. Al adoptar una mascota, se debe tener un control de las visitas al especialista. En el caso de los cachorros, ellos son susceptibles a cualquier enfermedad contagiosa, por lo que es aconsejable realizar una visita temprana al veterinario. Las primeras vacunas se administrarán ya a las 6-8 semanas de vida.