Se acabaron las noches delante de la tele deprimiéndote o saliendo con tus amigos hasta el amanecer. Después de una separación, no pedimos cita en la peluquería para cambiar de cara, cambiamos de cuerpo, radicalmente. Pues si, el nuevo reflejo post-ruptura es moldear un cuerpo espectacular. En las redes sociales, este fenómeno se extiende y tiene un nombre: #RevengeBody (el cuerpo de la venganza, en inglés).
Katie Holmes, Kate Hudson, Demi Moore… Primero fueron las estrellas quienes han iniciado esta práctica después de haberse separado de sus compañeros. La última hasta la fecha: Khloe Kardashian, quien ha lucido su “Revenge Body” en la portada de Women’s Health explicando como el deporte la ha ayudado a superar esta prueba.
Desde entonces, esta tendencia se ha extendido y afecta a cada vez más gente anónima que han creado una comunidad inmensa especialmente en Instagram. Claman alto y fuerte que han vuelto a reencontrar la confianza en ellas mismas posteando clichés sobre su nueva imagen. Deporte a ultranza, montones de selfies, incluso cirugía para algunas. Todo vale. ¿Hay que ceder?
El deporte como terapia
La decisión de ponerse a hacer deporte es muchas veces debida a un choque emocional. En este caso, la ruptura amorosa es el clic. Corriendo o yendo al gimnasio, te mantienes ocupada, pones la cabeza y la energía en algo positivo. La práctica deportiva tiene efectos sobre la mente pues se trabaja la perseverancia, la superación personal y la resistencia.
Después de una herida como una separación, recuperamos la confianza demostrándonos de lo que somos capaces para llegar a nuestros objetivos. Más allá de los beneficios estéticos, el deporte tiene un auténtico efecto terapéutico. No hay que olvidar que libera endorfinas, unas moléculas que aportan un sentimiento de placer.
El hashtag Revenge Body en las redes sociales
Pero esta tendencia encuentra su esencia en las redes sociales, donde las imágenes tienen un rol importante. El combo dieta healthy + running tiene el viento a su favor y la autoestima se mide en número de likes.
Ya no basta con sentirse bien con uno mismo, sino que hay que demostrarlo. Hay que demostrarle a todo el mundo (y especialmente a nuestro ex) que estamos bien. La publicación de fotos positivas forma parte del proceso de reconstrucción. Aún más cuando la comunidad de followers va a servir de locomotora con su flota de comentarios alentadores. Porque sí, el fenómeno #RevengeBody ha desencadenado una especie de ola de solidaridad casi comunitaria en vez de suscitar una especie de envidia.
Deporte: no hay que llevarlo al exceso
Sin embargo, la obsesión por la imagen puede llegar a ser nociva rápidamente. Compararse con los maniquís y las fitgirls que invaden las redes sociales puede efectivamente llevar a algunos desajustes en el comportamiento alimentario o incluso a desórdenes dismorfofóbicos (cuando no nos vemos como somos).
De esta manera, para animar el ego y perseguir este ideal de belleza surrealista, algunos van mucho más lejos. En los Estados Unidos, muchas personas terminan por dejarse llevar por la cirugía estética.
De hecho, el proceso es cada vez más corriente y ha sido bautizado como “break-up Botox” (el Botox de la ruptura). Sin llegar a eso, sucumbir al #RevengeBody tiene sus límites y primero son los límites fisiológicos. Practicar deporte a ultranza con un organismo debilitado por un duelo afectivo puede conllevar a una fatiga crónica.
Resolver los problemas afectivos
Por último, creemos, de manera inconsciente, que, si conseguimos “adelgazar” o “tener más músculos” o “un trasero más redondeado”, volveremos a ser atractivas. Y haremos rabiar a nuestro ex, de ahí el término “Revenge” (venganza, en inglés).
Sin embargo, conseguir una silueta de ensueño no va a resolver nuestros desórdenes afectivos y emocionales. Solo nos estamos desviando del problema principal. Además, dedicándonos a nuestra imagen, nos olvidamos de desarrollar nuestra sensibilidad y nuestra personalidad. Y finalmente, es en estos puntos que el futuro de una relación se va a basar.
Por eso, está bien ponerse a dieta y ponerse a hacer deporte para estar bien con uno mismo y pasar página. Pero es una mala idea intentar impresionar a tu ex y entrar en una puja en las redes sociales.