En verano o en invierno la sequedad afecta especialmente la delicada piel de los labios, la cual necesita una ración extra de nutrición y humedad. Aquí te orientamos cómo cuidar los labios para que continúen estando suaves.
Comúnmente las personas que sufren de resequedad en los labios a menudo se pasan la lengua por ellos, pero esa no es una buena idea, ya que solo acaba resecándolos aún más.
Por ello, es importante aportar a los labios el cuidado que necesitan cuando las condiciones meteorológicas desfavorables (viento, frío, calefacción) lo requieran.
Por tal motivo, la elección del bálsamo labial también es importante. Debe tener una alta porción de grasas, aceites o ceras. Aquí te recomendaremos lo mejor en protección.
Si estas al aire libre durante más de media hora en un día soleado, d eberías pensar en la protección UV. Porque la piel de los labios apenas tiene melanocitos y, por tanto, está menos protegida frente al sol.
Pero no basta cualquier filtro solar. Muchos de ellos son disruptores endocrinos. La alternativa son los labiales de protección natural ecológica o certificada, donde están prohibidos los ingredientes sintéticos.
Ya sea aire muy frío en el exterior o aire seco caliente en el interior, ambos extraen la humedad de la piel sensible alrededor de los labios y son las principales causas de los labios secos y agrietados.
La capa protectora de la córnea es muy fina en los labios y apenas presenta glándulas sudoríparas o cebáceas. En consecuencia, la piel apenas puede abastecerse de grasa o humedad.
Se recomienda humedecer el aire de los espacios interiores mediante humidificadores o simplemente pulverizando con un spray. También puedes poner recipientes de agua en los radiadores de la calefacción.
Igualmente, puedes hidratar los labios desde adentro, bebiendo lo suficiente.
Un aporte extra de aceite e hidratación ayuda a que los labios se mantengan flexibles en los duros días de invierno o verano. A veces, la crema de día normal es suficiente para esto
Los bálsamos labiales en barra son prácticos para los desplazamientos, ya que forman una placa protectora adicional con una mayor proporción de grasas, aceites o ceras, que evitan que la piel se reseque. Son muy útiles cuando hace mucho frío o viento.
Los bálsamos labiales de cosmética natural trabajan exclusivamente con materias primas naturales como el aceite de coco o la manteca de Karité, que se integran mejor en la piel. Pero cada vez más fabricantes convencionales están prescindiendo de las grasas sintéticas.
Un remedio casero de eficacia probada para los labios agrietados es la miel de abeja. Tiene un efecto antiinflamatorio y, gracias a su pH ácido, estabiliza la capa protectora de la piel.
Se puede untar en los labios tal cual, dejarla actuar durante unos 10 minutos y luego limpiarla con un pañuelo de papel.
Para formar una capa protectora natural en la piel se aconsejan que son autentica cura relámpago: aceite de oliva y manteca de karité.
Usa cualquiera de las dos, úntalos en los labios, déjalos actuar durante 3 minutos y luego se debe retirar con cuidado con un pañuelo de papel sin frotar.
Las personas que usan labiales acaban ingiriendo hasta 20g al año del producto, según el Comité de seguridad del Consumidor de la UE (SCCS). El problema es que los ingredientes han sido autorizados para el uso cosmético, no para ser ingeridos, y la mayor parte proceden del petróleo.
Los ingredientes sintéticos se acumulan en el tejido adiposo y en el hígado. En el peor de los casos, las parafinas pueden estar contaminadas con componentes de aceite mineral potencialmente cancerígenos, los llamados MOAH.
En todos los test de productos labiales de los últimos años había algún producto que contenía MOAH.
En cambio, la cosmética natural utiliza ceras y aceites naturales en lugar de parafinas o aceite de silicona.