Tener y mantener un abdomen plano no es tarea fácil, y es que muchas veces las hormonas juegan en contra.
Igualmente, también influye la manera en ¿cómo se lleva la vida?, si no se practica ningún tipo de actividad deportiva, si se está totalmente sedentario y con malos hábitos alimenticios.
Gracias a estos factores influyentes las probabilidades de reducir la barriga y tener el abdomen perfecto es una meta inalcanzable.
Sin embargo, no es imposible solo se debe cambiar por un estilo de vida más saludable, dejar de comer rápido y acostumbrarse a masticar varias veces los alimentos es un buen comienzo.
Otro paso a seguir es que se debe incorporar en la dieta suficiente fibra y priorizar la ingesta de vegetales y frutas.
Para que todo funcione a la perfección se debe intentar ajustar las porciones o cantidades de comidas y hacer cinco raciones diarias.
Puedes realizar la ingesta entre horas con frutos secos, hortalizas crudas y lácteos.
No se debe preparar recetas con muchas salsas o guisos muy grasosos. Es recomendable incluir en la dieta diaria mucha agua, infusiones y té.
Son ideales ya que son bajas en azúcar y ricas en antioxidantes. Se digiere con facilidad, su fibra soluble fortalece la flora intestinal y le confiere un efecto laxante, además de actuar como controladora de los niveles de colesterol en la sangre.
Altas en proteínas y grasas saludables. Poseen una cantidad importante de fibra dietética, ésta se compone sobre todo de fibra soluble, en su mayor parte pectina. Tiene una excelente concentración de minerales y oligoelementos. Es muy rica en potasio, fósforo, magnesio, calcio, hierro y otros oligoelementos como zinc y cobre.
Es uno de los alimentos más equilibrados y cardiosaludables, entre sus múltiples beneficios se destaca por ser una fuente de proteínas, ser bajos en grasas saturadas y es perfecto para reducir la ansiedad.
Están repletos de proteínas y, por lo tanto, brinda una mayor sensación de saciedad y ayuda a controlar el peso. Son ricos en vitaminas y minerales e incluyen folato, hierro, potasio y, en algunos casos, fibra. Es una alternativa inmejorable para las personas que no asimilan o son alérgicas a la lactosa y sus derivados.
Altos en proteínas. Aporta una amplia gama de vitaminas: A, B2, B12, D y E y minerales (fósforo, selenio, hierro, yodo y zinc). Se determina que 100 g de huevo aportan 13 g de proteínas.
Posee riquísima propiedades alimenticias por su alto contenido de aceite – de 12 a 30% – y proteínas – de 3 a 4%- , además de su contenido en hidratos de carbono, vitaminas y minerales.
Es una de las frutas más completas y saludables para el organismo. Contiene vitaminas y minerales, mayormente C y E, y el 85% de su composición es agua, lo cual hace que sea muy refrescante e hidratante alto en fibra y baja en calorías.