Puedes gastar fortunas en productos cosméticos. Puedes embadurnar tu cara con todas las cremas antiage que estén a tu alcance. Puedes matarte a ejercicio. Pero, nada de estas medidas te harán lucir más joven si no cuidas tu alimentación. He aquí los 7 peores enemigos alimenticios de una piel bonita.
Pan blanco, pastas, tortas… Los alimentos de alto índice glicémico están fuertemente asociadas con el acné. Esto se debe a que cuando consumimos grandes cantidades de este tipo de comidas, nuestros niveles de glucosa e insulina se elevan y… esos terribles granitos aparecen. Así que en lugar de cargar tú cuerpo con pan blanco, pastas y tortas, opta por alimentos a base de granos enteros. Estos aportan muchos antioxidantes y tienen fuertes propiedades antiflamatorias.
Azúcar.Por más que nos cueste aceptarlo, el azúcar constituye uno de los principales obstáculos para lucir una piel saludable. Y es que los alimentos muy azucarados son los que más envejecen los tejidos cutáneos y aceleran la aparición de arrugas. Esto se debe a que daña las reservas de colágeno y elastina, que son dos de los principales químicos encargados de preservar la piel suave y elástica. Por estos motivos, cuando tengas antojo de comer algo dulce, acude a los alimentos que contengan azúcares naturales, ¡como las frutas!
Alcohol.El consumo habitual de alcohol también tiene efectos devastadores para la piel. Y es que las bebidas alcohólicas obstaculizan la absorción de agua por parte del organismo. ¿El resultado? Una gran deshidratación y una piel seca. Además, el alcohol dilata los vasos sanguíneos y, como consecuencia, hace que tu piel se vea más opaca y sin gracia.
Cafeína. La cafeína es un diurético natural y también genera deshidratación. Por esta razón, el consumo excesivo de infusiones como el té o el café pueden desembocar en una gran sequedad cutánea. Pero, esto no es todo: la ingesta de cafeína acelera la producción de cortisol, también conocida como la «hormona del estrés». Y esta hace que la piel se vuelva más delgada y vulnerable.
Frituras. El consumo de frituras es un problema no solo cuando se busca adelgazar, sino también cuando se aspira a lucir una piel joven. Y es que este tipo de comidas promueven la acumulación de grasas en la piel y en todo el cuerpo.
Alimentos procesados. Cuanto más se aleje un alimento de su estado natural, peor –tanto para la piel, como para la salud–. Esto se debe a que los alimentos van perdiendo sus bondades naturales y van siendo cada vez más ricos en azúcar y sodio. Así que modera tu consumo de estos alimentos. Deja esas barras de cereales sintéticas y esas galletitas grasosas. Disfruta frutos secos o frutas frescas. ¡Tu piel te lo agradecerá!
Sal. El azúcar es pésima para la salud de la piel, sí, pero su antagonista –la sal– no se queda atrás. Esta hace que nuestra piel se hinche y nos hace sentir pesados. Para colmo, también suele empeorar el acné. Por tanto, ¡no te excedas con la sal! Antes de introducir cualquier alimento a tu carro, analiza su etiqueta.
Como lo ves, no hay ningún misterio: los alimentos que le hacen mal a tu salud, también son altamente perjudiciales para tu piel. He aquí otra clara manifestación de que en nuestro organismo todo está conectado.