¡Acné!

La adolescencia suele ser sinónimo de acné. Estos desórdenes cutáneos nos suelen impedir ver la vida de color de rosa. Esta enfermedad de la piel afecta aproximadamente al 80 % de los jóvenes en la pubertad. Pero no sólo afecta a los adolescentes, ya que el 25 % de los adultos también lo sufre.

Aunque normalmente el acné suele ser benigno, su principal molestia se debe a su carácter antiestético y a las repercusiones que tiene en la calidad de vida de las personas afectadas, que pueden llegar a ser significantes.

Afecta al 80 % de los jóvenes…

Granos dispersos en la frente, mejillas, ambos lados de la nariz y mentón… pocos son los adolescentes que no tienen acné. La explicación: durante los cambios hormonales que acompañan a la pubertad, los andrógenos (hormonas) estimulan la segregación de las glándulas sebáceas en gran cantidad y esta «materia grasa » tapona los canales foliculares pilares. Los puntos negros y los microquistes blancos aparecen cuando los poros están obstruidos.
Si el acné no se debe a una falta de higiene, se debe limpiar, exfoliar e hidratar la piel con regularidad para evitar la obstrucción del sebo y las complicaciones derivadas. Para ello utiliza una emulsión limpiadora o un syndet con soluciones alcohólicas o con azufre que agredan la piel. Exfoliarse la piel con regularidad impedirá que las células muertas se acumulen y provoquen que el sebo se almacene. No obstante, hay que prestar atención a los productos demasiado agresivos: elige un exfoliante suave. Por último, la aplicación de una crema ligera evitará que la piel se irrite. Ten presente que nunca se deben presionar ni rascar los granos, porque puedes provocar un daño mayor sobre la piel además de una posible inflamación o infección. Tampoco se recomienda utilizar sacacomedones continuamente.

¿Una nueva enfermedad que afecta a adultos?

El acné afecta cada vez más a adultos y, sobre todo, a mujeres de entre 25 y 40 años. Este fenómeno nuevo podría explicarse, en parte, por el abuso de cuidados cosméticos, pero también por una exposición más frecuente a la contaminación o por el estrés. Sin embargo, al contrario que el acné en la adolescencia, en este caso parece que los factores hormonales no tienen explicación alguna.

Consulta al dermatólogo

Algunas personas tienen un tipo de piel y unas condiciones favorables para sufrir acné severo, por ello, necesitarán un tratamiento más intensivo para luchar contra esta afección y sus complicaciones médicas… o psicológicas. No dudes en consultar al dermatólogo. Él dispondrá de tratamientos terapéuticos antiacné locales que te permitirán luchar contra el desarrollo bacteriano y actuar sobre la secreción de sebo. También se pueden aplicar tratamientos generalistas por vía oral. Normalmente suelen de antibióticos eficaces para luchar contra las bacterias que se desarrollan en los granos.
Atención: los tratamientos que receta el médico no se pueden tomar a la ligera. ¡Sigue sus consejos! Mientras esperas a que el acné desaparezca, tu dermatólogo podrá aconsejarte un maquillaje corrector.
Recién llegados al mundo de la cosmética, estos productos permiten disimular los defectos cutáneos severos y olvidarte de los dichosos granos que pueden llegar a amargarte la vida.