Todas en algún minuto de la vida nos hemos sentido enamoradas, o al menos hemos creído que es así. Pero, ¿quién sabe si es o no es? ¿Dónde está el límite entre el amor y la obsesión? Descubrámoslo juntas.
De seguro te has escuchado, o has oído a tus amigas, diciendo que están tan enamorados que quieren estar todo el tiempo con él. Pero, ¿dónde queda el tiempo para la familia, las amigas, y para nosotras mismas?
Para poder empezar a descubrir la diferencia, debes saber principalmente que el amor no es una prisión, donde no puedes compartir libremente con tus amigas, salir sola de tu casa, o ir a fiestas. Si te imponen esto, y lo aceptas, es porque no es realmente amor.
Existen tres rasgos claros que te indican que no es amor, sino obsesión:
- Perdonas todo, incluso infidelidades o malos tratos, por el simple hecho de seguir a su lado.
- Te angustia perderlo, la simple idea de que te deje te da pánico y hasta te hace sentir enferma.
- Todos te han dicho que es así, que no te conviene, y crees estar consciente de ello, pero sigues sintiendo que lo amas, que es el amor de tu vida, que no hay nadie mejor que él y no lo dejarás por nada.
¿Estás viviendo esto?¿Lo has visto en alguna amiga? Deben tener cuidado, un amor obsesivo puede a veces ser peligroso. Déjalo de lado aunque te cueste, porque pronto conocerás ese amor verdadero que sí vale la pena, que ya no te hará sentir angustias, y con el que te darás cuenta lo que es realmente el amor: complemento, felicidad, apoyo y compañerismo.
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