Según la opinión de la sexóloga Cristina Pérez afirma que las relaciones sexuales abarcan todos aquellos estímulos que generan una repuesta, por lo tanto, la educación temprana sobre este tema es ideal propiciarla desdela niñez.
Pérez dijo que este tipo de interacciones surgen de niño. Un claro ejemplo de ello es el hecho cuando un pequeño de cinco años ve a la niña linda de su salón y se le dilata la pupila.
“Esto está dentro del marco de relaciones sexuales”, aseguró la especialista.
Sin embargo, mencionó que, durante este período, los menores de edad tienden ha ser hormonales (se juntan niños con niños y niñas con niñas) y es a partir de los 12 años cuando empiezan a relacionarse con más personas del sexo opuesto y dan señales de madurez, así como de racionamiento y decisión.
Niveles de relación sexual
La experta indicó que existe tres niveles de relación sexual sin coito (penetración), las que se ajustan también a las etapas de los jóvenes y al que particularmente agrega el “grado cero”.
En el grado cero, señala la sexóloga que engloba todos aquellos estímulos sin toques, tales como miradas y lenguaje sexualmente explícito (…).
El grado uno: es aquella donde existen roces eróticos con ropa y se sienten corrientazos o los genitales”, refirió.
En el número dos: continuó que claramente hay caricias sexuales que simulan coito, pero con ropa. Mientras que en el tercero la pareja puede estar desnuda, acercar sus genitales y llegar a masturbarse mutuamente.
Educación sexual de los padres
De acuerdo con la explicación antes expuesta, la especialista señaló que los padres deben orientar y enseñar a los hijos, de manera que puedan sostener relaciones sexuales ordenadas y consensuadas.
“Lo mejor es llegar a hacer el amor con la persona que se ama (…). Los jóvenes, al igual que el resto de la población, disfrutan del sexo, pero debe existir límites de protección, porque hasta los 21 años no están preparados del todo física y emocionalmente”, destacó la terapeuta familiar.
Resaltó que la sexualidad tiene sus etapas y los adultos deben estar ahí para hablar de ello sin pena y con mucha responsabilidad.
Consecuencias
La asesora clínica de parejas dijo que las consecuencias de no comunicarse de manera asertiva en estos casos son:
Embarazos no planificados.
Promiscuidad.
Un falso patrón sexual y conceptos errados al respecto.
Finalmente, los papás saben cuando el adolescente o la situación no está bien y en ese punto, se debe buscar la ayuda de los profesionales en la materia.
Las señales de alerta pueden ser el encierro, aislamiento social o conductas que no son propias por lo que es importante que los adultos estén atentos.