No hay nada más bonito que el amor. Pero, nunca nadie nos asegura que esa persona que tanto nos gusta, vivirá en nuestro metro cuadrado. Para lograr que una relación a distancia funcione, no queda más que poner de nuestra parte en cuerpo, mente y alma. Si aún no sabes cómo, te mostramos algunos puntos a continuación.
- Horarios establecidos: Esto se da, sobre todo, cuando tu pareja vive en otro país, donde los horarios son distintos, deben establecer una hora que a los dos les convenga para conversar y tómenlo como una cita. Será su momento especial de conexión, cuídenlo y respétenlo tanto como la relación en sí.
- Confianza a prueba de balas: Siempre se ha dicho que la confianza es la base de toda relación. Pero, sin duda, cuando hay una distancia que se interpone, esto es fundamental. Si no logras confiar en el otro, dudarás de cada cosa que te cuente, de cada mujer que agregue a su facebook, o le postee alguna foto. Además te sentirás enferma de celos, y tendrás un conteo de cada «yegua» que se agregue a su lista.
- Comunicación abierta: Cuéntense TODO. Sí, TODO. No hagan caso a esos consejos que dicen que ciertas cosas se deben guardar. Nunca sabes en qué momento saldrán a la luz y podrían jugarte en contra, afectando el punto 1. Además, de esta forma, ambos se sentirán parte del día del otro, afianzando su unidad como pareja, y reduciendo las distancias.
- Turnarse para no caer en la rutina: Lo ideal es que dividan la cantidad de viajes. Una vez él viene, a la siguiente vas tú. De esa manera tendrás tiempo de juntar dinero para tu siguiente viaje, y cambiarán locaciones.
- Intenta sorprenderlo siempre: Aunque en este tiempo, donde ya no se usan las cartas escritas a mano, escóndele una notita en algo que él use siempre: su mochila, bolso, algún cajón, su escritorio, etc. Ese será siempre un buen detalle, y hará que sienta que en verdad te importa. Debes mantenerte siempre presente, a través de todas las cosas que se te ocurra hacer para sorprenderlo… sigue tus instintos y piensa con el corazón.
Recuerda que el verdadero amor mueve montañas.