Cómo ayudar a un adolescente a superar una ruptura amorosa

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Aparentemente un desengaño amoroso en la adolescencia es algo de poca importancia, pues se presume pasará fácilmente, pero realmente no ocurre así. Cuando ves a tu hijo (a) destrozado (a) por esa relación que no funcionó, regularmente te sientes muy triste e impotente.

Debes tener claro qué puedes hacer  para ayudar a la persona afectada sin pecar de invasivo. Por eso te daremos algunos consejos para que como padre sepas afrontar la situación.

Qué hacer

Si tu adolescente se acerca con la intención de hablar, de sí mismo o del ex en cuestión, escúchalo porque es importante.

Nos pasamos toda la infancia de nuestros hijos queriendo forjar una relación de confianza y ahora no podemos fallar en un momento delicado para ellos.

Puede que parezca que se trata de algo que pasará rápido o no entiendas por qué estaban juntos, pero lo que sí importa es que tu hijo te tomó como primera opción a la hora de explicar su situación y debes valorarlo.

En caso de que no te busque, trata de lograr momentos a solas, sin presión ni forzarlo a conversar cuando no está dispuesto, más bien intenta fortalecer el nivel de confianza entre ambos.

Respeta las emociones

No cuestiones el impacto de lo sucedido.

Cuando nos convertimos en adulto de pronto filtramos todo lo que sucede en edades anteriores a la nuestra y nos parece nimiedades. Pero en realidad en la adolescencia importan y mucho.

Para un niño de 4 años, representa una tragedia que su robot nuevo se rompa al punto de armar un  verdadero drama. En el caso de un adolescente, vivir una ruptura de pareja podría llegar a ser el fin de su mundo.

Así que no  se deben de ver las cosas con los ojos de “adultos con hipoteca y un montón de problemas de los de verdad”, sino con los de un padre o una madre, que solo quiere que su hijo sea feliz.

Fortalecer los ámbitos de su vida

La tristeza lleva a la inactividad, a encerrarse en su cuarto y no querer hacer nada, algo que puede ser. Las personas requieren dosis de satisfacción es decir realizar actividades que nos hagan sentir útiles y motivos para vivir.

Quedar con amigos, mantener las relaciones sociales, ir a clases, hacer y practicar sus hobbies o cuidarse físicamente son cosas que debes fomentarle a tus descendientes para que salgan de la mala situación.

Redes sociales

Antes de la era del internet, en una ruptura uno sufría al pensar en el ser amado que le abandonó, al ver algunas de sus pertenencias y al oler su perfume. Hoy día, todo se torna más complejo porque podemos ver las redes sociales del ex y eso puede ser bastante negativo, porque en medio de su tristeza puede tender a ver qué hace con quién se toma fotografías.

Esto representa una tortura para tu hijo. Por eso lo recomendable para cualquiera que tenga una ruptura en estos tiempos, es tomar una pausa en el uso de las redes sociales o por lo menos reducir su consumo para evitar más depresión.

Lograrlo no será fácil pues muchos adolescentes creen que es una atrocidad que se les limite el uso de redes,  así que hazlo de manera  progresiva sin llegar a prohibirle o bloquear al ex.

Si el tiempo pasa y no mejora

Sin importar la edad, una ruptura es, a nivel emocional, un proceso similar al de un duelo: a fin de cuentas estás despidiéndote tanto de un ser querido como de un proyecto de vida común y eso no es poco.

Como duelo es preciso pasar por una serie de fases que requieren “hacer” y no abandonarse, hablar, salir y quererse, además de tiempo para “pasar la página”.  Así que no esperes que tu hijo esté alegre de un día para otro, pues forma parte de la maduración.

Si pasan las semanas y vemos que cada vez hace menos, además no cesar su llanto, apatía y tristeza, acude a un profesional en psicología, seguro que podrá ayudar al individuo que atraviese un mal momento.


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