La tecnología tiene un rol protagónico en la globalización de la sociedad. Muchas personas no imaginan su vida sin el acceso a internet y al amplio espectro de opciones que ofrece.
Esto implica desde búsqueda de información hasta la interacción con sus pares a través de las redes sociales o los juegos online. De hecho, niños y adolescentes construyen parte de su mundo cotidiano en torno a sus dispositivos.
Sin embargo, el uso excesivo de internet puede afectar seriamente la salud mental de los menores de edad.
La tecnología crea codependencia en los jóvenes
Los avances tecnológicos, sumados a la utilización masiva de los teléfonos inteligentes que permiten un acceso ilimitado a contenido lúdico, educativo y aplicaciones que permiten una interacción permanente con otros sin importar las distancias, son las causas de un uso que puede ser excesivo y tornarse peligroso para la salud mental.
Investigaciones sobre sus efectos
Numerosas investigaciones realizadas a nivel mundial han demostrado los riesgos que conllevan el uso desproporcionado de esta tecnología, vinculando este problema a la aparición de trastornos y patologías que afectan la salud mental de los usuarios de los dispositivos inteligentes.
Recientes estudios realizados por la Universidad de Concordia y la Universidad Helsinki determinó la existencia de un vínculo entre la depresión y el uso problemático del internet (PIU) entre los adolescentes.
Los autores del trabajo científico realizado en Finlandia recopilaron datos de 1.750 adolescentes, con edades comprendidas entre 16 y 19 años, durante un período de tres años para determinar las causas y efectos del uso peligroso de esta red global.
Análisis
Los resultados revelaron que existen cuatro razones principales para el uso de dispositivos:
1-. Uno es la soledad que se entiende como una percepción de que uno no tiene compañía, lo que puede llevar a sentimientos de aislamiento. El ser humano tiene la necesidad de tener relaciones personales satisfactorias.
2-.otro de los factores es la calidad de la orientación y disciplina de los padres. Aquellos adolescentes , cuyos papás estaban más presentes y exponían mayores niveles de interés y cuidado hacia sus hijos mostraban índices más bajos de un uso problemático a diferencia de los negligentes cuyos índices eran más altos.
3-. Los jóvenes, en la mitad de la adolescencia, tienden a usar internet más que en cualquier otro momento.
4-. En el caso de la atención materna, los resultados indicaron que las buenas interacciones entre madre e hijo pueden reducir el deseo de usar internet desmesuradamente.
Los expertos creen que esto se debe a que la capacidad de un adolescente para crear límites personales se ve afectada por la falta de disciplina.
Qué género se ve más afectado
Se determinó que las niñas tenían menos probabilidades que los niños de desarrollar un empleo inapropiado de esta herramienta tecnológica.
La explicación a esta diferencia que se presenta de acuerdo al género puede estar dada porque los hombres son más susceptibles a comportamientos compulsivos y tienen otros consumos a través de la web, como ver vídeos, juegos o pornografía. En el caso de las niñas, se concluyó que están más inclinadas a usar el internet para socializar.
Conclusión
El empleo desproporcionado de internet incluyen serias consecuencias como síntomas de depresión, aumento del abuso de sustancias y disminución del rendimiento académico.
“Nuestro estudio intenta comprender esta relación de manera bidireccional o recíproca. Es probable que el uso inapropiado del internet y los síntomas de depresión coexistan en lugar de que uno determine al otro. Es probables que se refuercen entre sí con el tiempo”, refirió István Tóth Király, becario postdoctoral de la Universidad de Concordia.
“Los jóvenes tienden a utilizar la red global más que en cualquier otro momento. El estudio encontró que los adolescentes parecen disminuir su tiempo en la web a medida que maduran y se crean límites”, agregó Tóth Király.
Uno de los aspectos que facilitan la disminución del consumo de la web son las relaciones románticas. “Aunque a los padres puede parecerles un abuso, estar navegando en la web durante largos períodos de tiempo no siempre es perjudicial”.