Generalmente estamos corriendo de un lado para otro y muchas veces pasamos por alto momentos del día por las cuales debiéramos estar agradecidas. Existen pequeñas cosas increíbles, que nos provocan bienestar y felicidad, como por ejemplo una llamada por teléfono, la sonrisa de un niño que cruza la calle o simplemente la enseñanza de un buen libro que decidiste leer justo ese día, sin saber que cambiaría la perspectiva de tu vida.
Haz día a día un recuento antes de dormir de las cosas buenas que te pasan y quédate con eso, con lo positivo, el resto déjalo ir. Conoce las razones más comunes que sin saberlo nos llena de felicidad ¡Es hora de que empecemos a agradecer!
- Llegar a casa después de un largo día es una de las razones para estar sumamente feliz.
- Cuando se cancelan todos los planes que habían y puedes ir a casa temprano y ponerte ropa cómoda y ver mucha televisión ¡Es lo máximo!
- Ponerte tu pijama luego de haber estado vestida formal y con tacones, no tiene precio.
- Cuando te reconcilias luego de haber peleado con alguien muy cercano.
- Cuando empiezas a notar que tú presencia trae paz y alegría a otras personas.
- Cuando te llega un regalo inesperado, por el solo hecho que te quieren (sin importar el regalo que sea, sonríe porque estas en la mente de otras personas).
- Cuando te llevan desayuno a la cama.
- Cuando haces contacto visual con esa persona que estabas buscando y no lograbas encontrar.
- Cuando alguien te envía un mensaje de texto que no esperabas sólo para decirte que te extrañan.
- Cuando una historia te da tanta risa que no la logras contar a tus amigos, porque te interrumpes una y otra vez.
- Cuando justo tocan todas tus canciones favoritas en la radio mientras vas camino al trabajo.
- La felicidad que se siente luego de hacer ejercicios.
- Cuando te mueres de hambre y vez que la mesera trae tu comida después de un largo rato.
- Cuando terminas de leer un libro increíble y sientes que tu vida ha cambiado para siempre.
- Cuando después de un largo viaje vuelves a dormir en tu cama una vez más, con tus propias mantas y almohadas.
- Cuando duermes abrazada a esa persona que tanto amas.
- Cuando llueve y no tienes que salir, y puedes quedarte en tu cama escuchando el sonido de la lluvia.
Las cosas más maravillosas de la vida se dan en pequeñas presentaciones, saber disfrutar de las cosas mínimas te ayudarán a disfrutar de las cosas grandes, vive tu vida minuto a minuto y encontraras el camino y aliento perfecto para dirigirte hacia la forma correcta.
Cuéntanos ¿Cuál ha sido hasta ahora tu mejor momento del día?