Seguramente a la mayoría de nosotras nos gusta ponernos creativas y ahorrativas y que mejor que investigar el cómo realizar en casa, los productos de belleza que solemos usar y que nos merman gran cantidad de nuestro dinero.
Pero cuidado, no todo lo que brilla es oro, hay productos que no importa el costo se deben de comprar y no realizarlos en casa.
- Limpiador de aceite o desmaquillante bifásico. Muchas mujeres han terminado llorando y sufriendo en el consultorio del dermatólogo por sufrir de acné crónico y sobre todo las que afirman que no lo sufrieron toda su adolescencia pero si en la juventud. Esto en muchos casos se debe por hacer uso de un limpiador casero. Mejor cómpralo, más vale gastar en uno del súper que en un dermatólogo por años, pues la fórmula es tratada químicamente, el problema reside en que si usas el aceite directo a tu piel tus poros se pueden llegar a tapar y tendrás que recurrir a tratamientos muy fuertes para eliminar la grasa de tus poros. ¡No lo hagas!
- Bloqueador solar. Ciertamente muchas de nosotras no nos atreveríamos a realizar algo tan delicado en la casa, pero no está de más el decirte que no lo hagas, aunque parezca sencillo, el mezclar óxido de zinc y titanio con aceite no es algo para hacer en casa, primero porque el proceso es muy complicado y en segunda porque si lo logras, las partículas no cubrirán todo tu rostro, lo que causará manchas.
- Tinte de cabello. Créelo existe una lista muy larga en los salones de belleza de todas las mujeres que han recibido con su cabello hecho un desastre y por supuesto terminan pagando lo doble para que se lo arreglen, más si se trata de un degradado. Si quieres pintarlo por completo hazlo, pero cuando se trate de cosas específicas mejor ve con un profesional.
- Alaciarte el cabello. No solo es algo muy peligroso por los químicos que debes usar (esto en caso de que los consigas, puedes dañar tu cabello, quemarlo y conseguir una erupción en tu piel. Existen métodos cien por ciento naturales, sin químicos; con estos no tendrás ningún problema siempre y cuando no olvides hacer una prueba solo para verificar que tu piel no reacciona mal con alguno de los ingredientes.
Si la receta que encuentras contiene elementos químicos o sencillamente es muy complicada, mejor no la hagas, siempre es mejor gastar en los productos o con los profesionales porque un pequeño error de cálculo y terminarás pagan el doble o triple o peor aún puedes llegar a causarte quemaduras, erupciones, marcas o cicatrices que ya no podrás borrar.