¿Neosoltera?

¿Cómo disfrutar cada segundo de tu vida?

Estás sola por decisión propia, y la verdad no te interesa tener pareja, o alguna relación seria. Es momento, entonces, de que te enteres que eres parte de un grupo no menor de mujeres que prefieren privilegiar el éxito profesional y económico. Eres parte de las Neosolteras.

Si aún no estás segura de formar parte de este grupo, Es Chic te cuenta cuáles son sus características. Descubre si te sientes identificada.

  1. Como ya te lo comentábamos, a las neosolteras no les interesa tener un relación estable, ni mucho menos tener hijos, sino que más bien se preocupan por tener una vida profesional plena y tranquila, sólo para ellas. Además, si estás dentro de este grupo, de seguro no te sientes lista para renunciar a tu libertad, y no estás dispuesta a sacrificar muchas cosas. Este estado se da por lo general entre las mujeres de 25 y 50 años.
  1. Lo malo, es que al no tener parejas estables, las neosolteras sostienen relaciones sexuales esporádicas, y no con una sola persona. Ojo con esto, ya que existen diferentes riesgos de esta práctica, pues recuerda que existe una gran cantidad de enfermedades de transmisión sexual. Además, hay otro riesgo inevitable, y es que te termines vinculando sentimentalmente con él, pero sin ser correspondida. Esto último, porque la mayoría de las neosolteras se meten con hombres de igual condición, es decir, con neosolteros. Eso es muy común que suceda porque el proyecto de vida cambia.
  1. Lo bueno, es que tienen control de su realidad, de todo lo relacionado con su vida cotidiana, de su familia, y de su dinero.

Pero, chicas, no se engañen. Según los psicólogos, esta condición en el 90% de los casos se trata sólo de una ilusión, ya que al tener relaciones sexuales ya se está creando un vínculo, aunque este no sea sentimental.

Un verdadero neosoltero es quien decide pasar el resto de su vida solo, sin tener algún tipo de relación sentimental. Los términos típicos como solterón, o solterona, ya no les incomodan, pues sienten que «tienen el mundo en sus manos», y que tampoco los dejó el tren, como se dice popularmente.