Decir que no es difícil, pero a veces olvidamos lo que nosotras necesitamos por complacer a los demás. Esto no le hace bien a tu autoestima, ni a tu capacidad de decisión.
Te dejaremos algunos tips para que aprendas a decir que “No” sin culpa, liberándote y sintiéndote bien contigo.
- Dilo de manera suave: No se trata de hacerlo con un tono cortante, pero si con un tono moderado. Da tus argumentos para que la otra persona entienda porque le estás dando esa respuesta. Hay que hacerlo de manera inteligente, acertada y con educación.
- Sin connotación negativa: Cuando uno dice “No” se relaciona con algo malo o negativo y muchas veces no es así. Es acceder a un cambio, a veces puede ser dañino cuando en el fondo quieres hacer algo. Es importante que el “No” se aplique cuando es necesario y positivo.
- Piensa en ti, después en ti y por último en ti: Debes aprender que lo más importante eres tú. De esta manera cuando digas si estarás completamente de acuerdo y cuando digas no, lo harás sin darte vuelta.
- Segunda opción: Si no te sientes segura puedes dar otras opciones a tu respuesta.
- No tengas presiones: No tienes ninguna obligación de dar una respuesta si no quieres. Puedes tomarte tu tiempo y reflexionar, dependiendo de lo que te convenga.
- Consecuencias de decir “Si”: Lo más probable es que después estés analizando la situación de porque no dijiste que “No”. Es bueno pensar en que pasaría, aceptar lo que no quieres.
- No te comprometas si no puedes, sólo hazlo si estás de acuerdo con la petición, o te sientes capaz de hacerlo; puedes sugerir otras alternativas, pero en ningún caso te comprometas, si no puedes.
- No te sientas culpable por decir no, porque ellos deben de oír esa respuesta de vez en cuando para que entiendas que tú tienes el control de tu vida y se puedan establecer límites.